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El Matarraña templario

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Los caballeros del Temple viven en el recuerdo colectivo. Todos conocemos a San Jorge y el dragón, hemos visto películas sobre Las Cruzadas o hemos leído acerca de ellas. Lo que no es tan conocido popularmente es que, tal día como hoy, el 13 de octubre de 1307 (hace 715 años) se produjo la persecución y destrucción de los Caballeros Templarios.

Fueron perseguidos por diversas razones, principalmente debido a su gran poder económico y al apoyo interreligioso de las comunidades dónde se establecían. Portadores del mensaje primigenio de Jesucristo daban protección y cuidados a las personas independientemente de su credo, género, etnia o posición.

En el Matarraña, los caballeros de la Orden del Temple hallaron múltiples razones para asentarse y  desarrollar sus actividades, que dejarían gran huella en el patrimonio y en nuestro carácter gentil.

Entrevistas en el

Jesús Ávila Granados Escritor, periodista y ponente

Jesús Ávila Granados

(Granada, 1950)
Uno de los escritores de ensayo más destacados de nuestro país, es autor de más de un centenar de libros. Como periodista colabora habitualmente en los más prestigiosos medios de comunicación. Ha sido condecorado en dos ocasiones como mejor periodista europeo, entre otros numerosos galardones. Conferenciante habitual de temas culturales en numerosos centros, universidades, institutos, ayuntamientos y colegios profesionales.

En un día tan señalado, queremos descubriros los lugares templarios más emblemáticos de nuestra tierra. Por ello, hemos invitado a don Jesús Ávila Granados, quién según muchos expertos es el mayor erudito europeo en historia templaria. El afamado escritor ha tenido la amabilidad de atendernos para tan especial ocasión.

Os recomendamos tomar asiento y escuchar la banda sonora de «El Reino de los Cielos» mientras disfrutáis de la entrevista con don Jesús; una de esas inhabituales lecturas que animan el espíritu del conocimiento.

El Matarraña Templario

Al igual que las demás órdenes religioso-militares surgidas en la Edad Media, el Temple nació a iniciativa de San Bernardo de Claraval, que fue su mentor, para defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa a rezar ante los santos lugares de la historia del Cristianismo, que, a finales del siglo XI, habían sido tomados por los musulmanes.

En poco tiempo se convirtió en una fuerza de élite; después de diez años, regresaron a Europa, y, en febrero de 1129, recibieron el respaldo definitivo de la Iglesia, en el concilio de Troyes (Francia); a partir de entonces recibieron grandes donaciones en sumas de dinero y tierras.

El Temple estaba fragmentado en cuatro grupos: los caballeros, que eran los únicos que llevaban armas; los freires, los encargados del mantenimiento de los lugares sagrados (ermitas, conventos, monasterios, etc.); los servidores, los que trabajaban en las encomiendas, para hacer el pan, el aceite, los calderos, la armería, en las caballerizas, los médicos, etc., y los magos, que eran un 4,5 % del total de la sociedad templaria, los únicos en conocer los secretos de la Orden interior, lo que se ha dado en llamar el círculo interno (alquimistas, astrólogos, etc.).

En poco tiempo, los templarios alcanzaron la mayor parte de la superficie de Europa, desde las Islas Británicas a Sicilia y desde Portugal a Hungría, sin olvidar Tierra Santa.

Por supuesto. Lo que actualmente vemos como espacio geográfico llamado Matarraña, hace 800 años fue una zona fronteriza, al sur de la margen derecha del Ebro en su curso más inferior. Las Tierras del Ebro fueron conquistadas a los andalusíes a mediados del siglo XII, por los ejércitos del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, que contó con la valiosa participación de los caballeros de la Orden del Temple. Por tal motivo, y siguiendo los acuerdos adoptados por doña Petronila, reina de Aragón y esposa del conde de Barcelona, los templarios recibieron una quinta parte de los territorios en los que participaron.

La presencia del Temple en esta comarca turolense tenemos que valorarla no por los inventarios ni archivos, sino por las evidencias, ya que la Inquisición en los siglos modernos se ocupó de destruir cualquier testimonio vinculado con los templarios.

El Matarraña medieval no era muy distinto al que hoy vemos. Gracias al río homónimo, que nace en los Puertos de Beceite, con sus correspondientes arroyos, y otros cursos fluviales, se trataba de una tierra fértil, negra, donde poder cultivar cualquier árbol frutal y en los huertos toda clase de hortalizas y verduras; de alguna manera, todo ello fue un valioso legado de la civilización hispano-musulmana, que eran verdaderos jardineros del paisaje.

Un testimonio cultural que hoy, en el siglo XXI, debemos valorar, por la instalación de acequias de regadío, canales, pozos, aljibes, etc. Un patrimonio que los templarios conocían muy bien, por su estancia en Tierra Santa. Gracias a los templarios, el Matarraña supo valorar esta riqueza inmaterial, desde la encomienda que establecieron en la villa de Beceite, y que, durante un tiempo, mantuvieron frente a los intereses del arzobispo de Zaragoza, representados y defendidos por la Orden de Calatrava.

Son numerosos. Empezando por la villa de Beceite, tenemos una población asentada sobre la ladera meridional de una colina, bajo cuyos cimientos, en numerosas viviendas de origen medieval, sigue brotando un curso subterráneo de agua fresca y cristalina. Sabemos que el agua, en estas condiciones, era un elemento esencial en los ritos templarios, herencia celta.

Además, cerca de la puerta de San Roque, en el frontal de una casa medieval, se conserva una interesante cruz de las ocho beatitudes. La iglesia parroquial de Beceite está dedicada a San Bartolomé, uno de los cuatro santos del altar templario.

También son numerosos en la comarca los enclaves sagrados dedicados a Santa María Magdalena, la compañera de Jesucristo. Al sur del municipio de Valderrobres se encuentra una pequeña cueva, con altar rupestre, dedicado a María Magdalena; en este oratorio los magos del Temple oficiaban sus ritos de iniciación y, seguramente, algunos de ellos, en compañía con los perfectos cátaros.

Algunos kilómetros más al sur, en Fuentespalda, hemos descubierto, grabado en la fachada de una vivienda próxima al Ayuntamiento, una lauda con la cruz de las ocho beatitudes, acompañada de signos encriptados, lo que nos llevaría a la representación de un código secreto de los magos del Temple. Y sería interminable el listado de enclaves que tuvieron una presencia directa con los templarios en el Matarraña.

Pero fue más al sur, en la localidad de Torre de Arcas, donde quedé extasiado al contemplar cómo entre las pinturas del interior de la ermita de San Bernardo, se halla representada la escena que representa el momento en que San Bernardo de Claraval entregaba los estatutos de la nueva milicia recién creada a Hugues de Payns, primer gran maestre del Temple.

Esa relación es del todo incuestionable. Si decimos que toda la geografía hispana estaba regida en el cielo por constelaciones. En el Temple nada es casual, porque todo forma parte de unos estudios que superaban la dimensión del tiempo y el espacio.

A las afueras de Calaceite, en medio de unos campos de cultivo de secano se eleva una roca, de forma megalítica, que era, en realidad, un altar de ofrendas en medio de la naturaleza; la losa superior está grabada con diferentes cazoletas; una de ellas, la más grande, es la representación del útero materno, como principio de la vida, mientras que las demás hendiduras en la roca evocan una constelación astral.

Por otro lado, en el Matarraña los hombres sabios de las diferentes civilizaciones prehistóricas establecieron la mayor densidad de Líneas Ley del mundo, que, partiendo desde la colina de Santa Bárbara, en La Fresneda, un total de diez líneas se dirigen hacia enclaves de energía telúrica, que se corresponden, con lugares de poder; algo que sabían muy bien los magos del Temple, y supieron aprovechar de los conocimientos innatos de los druidas celtas y chamanes de otras culturas anteriores a la datación histórica.

En efecto, el fossar vell (cementerio antiguo) de La Fresneda, entre la colina en donde se alzan los restos de la fortaleza de La Fresneda, mandada destruir por el general Cabrera, durante la primera guerra carlista, y la colina de Santa Bárbara, es un claro testimonio de un camposanto medieval, vinculado con el Temple, por las diferentes formas esotéricas allí representadas, con un gran bloque de piedra, como testimonio de adoración a la madre Tierra.

Pero el cementerio más interesante de toda la comarca, relacionado con cátaros y templarios, el viajero lo verá en la villa de Fuentespalda, donde se conserva una gran cantidad de estelas discoidales con cruces templarias o estrellas de Occitania reproducidas.

Y en cuanto al fresno, el árbol sagrado para los templarios, por supuesto que constituye otra señal de localización de enclaves relacionados con el Temple, que han mantenido el nombre de este árbol (Fresno de Caracena, Fregenal de la Sierra, La Fresneda…); lamentablemente, en La Fresneda ya no quedan fresnos.

Este árbol tiene la particularidad de que no permite la entrada a seres dañinos para el hombre, en toda su área de dominio de las ramas, protegiendo al mismo tiempo a las personas de tormentas, rayos o relámpagos. Pero sí aconsejamos al viajero que entre en la fuente inferior del jardín del “Hotel el Convent”, de La Fresneda, para descubrir un centro de oración templario junto al nacedero de una fuente.

No existen estudios sobre el tema, pero es muy posible que, en camino hacia Valencia, para conservarse en la catedral, pasara por el Matarraña, y fuese motivo de adoración tanto de los magos del Temple, como de los perfectos cátaros, abades cistercienses, rabinos judíos o maestros sufís islámicos; y ese punto de encuentro muy bien pudo haber sido en la sala superior del santuario de la Virgen de la Fuente, en Peñarroya de Tastavins, en cuyo auditorio gravita aún una energía señalada sobre la puerta de entrada en forma de los hombres verdes, que fueron los vigilantes del Santo Grial.

En nuestros días, las diferentes entidades templarias de todo el mundo están desarrollando un papel verdaderamente humanitario; es decir, ayudando a los colectivos más desfavorecidos de la sociedad, de cualquier continente; haciendo que los niños no dejen los colegios en edad escolar, y protegiendo a las mujeres contra la violencia de género, entre otras muchas actividades.

El papel desarrollado por la mujer dentro del organigrama templario estaba fundamentado en una labor docente, principalmente, es decir, como maestra en las encomiendas. Ellos veían a la mujer con el mismo nivel que al hombre, lo que no tardó en llamar la atención de las autoridades de la Iglesia oficial.

Soy partidario de que así fue. Y esta sería una de las causas por las cuales fueron perseguidos y condenados a la hoguera, además de las envidias causadas por las riquezas acumuladas y una banca tan próspera, a la que tanto debía el mismo monarca Felipe IV el Hermoso.

Por otra parte, cuando los templarios cruzaron y residieron un tiempo en la península de Anatolia, tuvieron oportunidad de conocer la belleza de la cruz de las ocho beatitudes grabada al fresco en las paredes interiores de las iglesias rupestre del valle del Görëme, y luego la trajeron a Occidente.

En Caravaca de la Cruz (Murcia) hay un parque con un canal llamado “Las Fuentes del Marqués”, en donde estoy convencido de que los templarios lo utilizaron como residencia para los caballeros jubilados y con familia.

¿Fueron una excusa para terminar con la Orden y de esa forma no sólo evitar las deudas económicas contraídas por parte de las principales monarquías europeas, sino también de eliminar otras corrientes mucho más altruistas y progresistas del cristianismo?

Esa leyenda tiene un peso notable en lo que muy bien pudo haber sido una realidad. Como decíamos al comienzo, el subsuelo de la villa de Beceite está lleno de pequeñas corrientes de agua, arroyos que nacen bajo los cimientos, que luego buscan afanosamente el lecho del río Matarraña.

Pues muy cerca de ese lugar, me llevaron a visitar una cueva, llamado del Cargol, cuya cavidad era profunda y oscura, pero que pude apreciar la existencia de varios arcos apuntados, que soportaban el peso de la bóveda superior de roca viva, y abajo, en forma de un altar, un pilar que muy bien pudo haber soportado el peso de una imagen de Virgen negra; en ese ámbito de silencio, misterio y religiosidad, muy bien pudo haber tenido presencia una cabeza, en representación del mítico Baphomet templario, una cabeza parlante a la cual los magos le preguntaban…

Sobre el resto de la pregunta estoy del todo de acuerdo.

Nota Hotel Querol: Justo al final de la calle Villanueva se halla la cueva de origen templario.

La historia oficial del Temple duró 196 años (desde 1118 a 1314), con la muerte en la hoguera del último gran maestre, Jacques Bernard de Molay, el 18 de marzo de 1314, quemado vivo en una hoguera preparada delante de la catedral de Notre-Dame, en París, se puso fin a una historia sorprendente, y se daba paso a la leyenda.

Y resulta del todo atractivo e importante conocer esa historia, que fascina cada vez más, por muchas razones. Entre las cuales, que el comportamiento de estos caballeros, como se está demostrando cada día más, fue del todo ejemplar, al ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad; no es una casualidad que las morerías y juderías de las grandes ciudades se levantaran próximas a las encomiendas templarias, buscando su protección; precisamente los alimentos sobrantes cada día de las encomiendas templarias eran repartidos gratuitamente entre todos los colectivos, sin mirar el credo o el color de la piel de las personas.

Gracias al Temple, el mundo occidental conoció los secretos de la arquitectura cisterciense y de las grandes catedrales; se analizaron los estudios de astrología y matemáticas, gracias a los intercambios con los sabios de otras religiones; se descubrieron otros territorios, gracias al manejo de instrumentos como el astrolabio, el sextante y las cartas de navegación; la sociedad alcanzó un más elevado nivel de calidad de vida, con una alimentación más saludable, basada en una dieta, próxima a lo que hoy se conoce como dieta mediterránea; se hizo el cruce de dos razas de caballos, para conseguir el caballo templario (mezcla del Percherón y del Árabe); los templarios hicieron a los nobles caballeros y convirtieron a los siervos en servidores; fueron los creadores de la primera letra de cambio, de los recibos para los viajes de peregrinación, para no tener que llevar dinero.

A los templarios les debemos también la llegada a la península Ibérica de los primeros esquejes de la variedad de olivos arbequinos, cuya aceituna sigue dando uno de los mejores aceites de oliva extravírgenes del mundo; Igualmente, los templarios fueron los fundadores del concepto de farmacia. Etc. etc.

Tuve el privilegio de nacer en un lugar exclusivo, como es el barrio del Albayzín, de la ciudad de Granada, frente a los muros de la Alhambra. Ese hecho, sin duda, motivó el desarrollo de una trayectoria profesional y humana, dedicándome por entero a viajar, escribir e investigar la historia no oficial.

He recorrido más de 50 países de los cinco continentes, pero a veces, en nuestro país, sin ir más lejos, te encuentras grandes y gratas sorpresas, como fue el descubrir el Matarraña, hace ahora 25 años, recorriendo la comarca en las diferentes horas del día y en las cuatro épocas del año, para admirar mejor sus colores, sus aromas, su contenido humano y monumental, sin olvidarme de los mitos y las leyendas.

Fruto de ello fue mi obra: “Matarraña desconocido” – libro ya descatalogado, editado por Barrabés Ed.-; luego, “El Matarraña insólito”, considerada la obra de referencia para conocer y descubrir la comarca como viajero en el tiempo; libro que recomiendo a todos.

Paralelamente, como periodista, fui también escribiendo centenares de artículos y reportajes dedicados a diferentes temas de la comarca, que veían la luz en medios de gran difusión, a nivel nacional. Igualmente recomiendo la lectura de: “La mitología templaria” (La obra más completa sobre la Orden del Temple), editada por Diversa Ed.), ensayo de referencia a nivel mundial sobre los templarios.

Mi última obra: “Los castillos templarios de España”, editada por Nazarí Ed., en poco tiempo, se ha convertido en un libro de lectura obligada para todos los amantes de los templarios, en cuyas páginas analizo todos y cada uno de los diferentes castillos y fortalezas que, directa o indirectamente, fueron levantadas por los templarios; algunas de ellas, lamentablemente, están en avanzado estado de ruina y abandono; pero se trataba de rendir un justo homenaje a sus constructores, porque, en muchos casos, significaron jornadas de gloria histórica que los cronistas de su tiempo no supieron, o no quisieron, reflejar en sus escritos.

Y, para esta Navidad, verá la luz otra obra, una novela histórica dedicada a la ciudad de Manresa, situada en el otoño medieval. Será el libro número 117 de mi producción literaria.

«descubrir el Matarraña, […] recorriendo la comarca en las diferentes horas del día y en las cuatro épocas del año, para admirar mejor sus colores, sus aromas, su contenido humano y monumental, sin olvidarme de los mitos y las leyendas.»

Fotografías de la entrevista

A continuación os dejamos una selección de fotos cedidas por don Jesús Ávila Granados y editadas para acompañar al presente artículo por Garvira & Partners, especialistas en servicios digitales (web, redes, marketing, diseño gráfico, etc). ¡Os animamos a contactar con ellos para lo que necesitéis!

Agradecimientos

Muchísimas gracias don Jesús por ser una fuente inagotable de conocimientos y tener la generosidad de compartirlos con los usuarios de Hotel Querol. Aquí tendrá siempre una acogedora habitación preparada cuando vuelva de visita por el Matarraña, tierra llena de magia, historia, naturaleza, cultura y gastronomía.

Extras

A continuación os dejamos el canal de difusión en Youtube del autor «Conocer la Historia Oculta«, su página web para que podáis contactar con él y un enlace a sus libros.

Matarraña insólito

La mitología templaria

Tierras del Ebro

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